Desde tiempos remotos en el oriente medio los comerciantes sin saber que estaban sentando las bases de lo que hoy conocemos como aseguradoras, trabajaban lo que llamaban, "depósitos a la gruesa" con la finalidad de proteger sus mercancias de contratiempos tales como: pérdidas por tormentas marinas, del robo del que eran objeto a manos de piratas y de pérdidas por desgaste natural de las mismas.
Para tal efecto, los navegantes o mercantes buscaban a un capitalista al cual le confiaban ciertas cantidades de dinero para respaldar las pérdidas arriba mencionadas en caso de que esas eventualidades llegasen a ocurrir, de lo contrario la persona que resguardaba dichos valores se quedaban con la cantidad acumulada.
Situación que sienta las bases de los seguros hoy en dia.
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